13 jun 2016

La primavera perfecta

Esta primavera me tiene enamorada… Justo es la primera que paso viviendo en la montaña y ¡la verdad es que me tiene el corazón a reventar de amor! Debe ser porque en  La Cerdanya ha llovido muy bien (sin chaparrones pero bastante) pero los brotes verdes tienen un color increíblemente llamativo.


Desde siempre las flores silvestres me han llamado mucho la atención. Igual es porque no se me da muy bien cuidar de las plantas en general y todas las veces que he intentado ocuparme de plantitas con flores han acabado mal… Y no es que no le ponga cariño… Pero se mueren… Vaya!


Mis flores preferidas son las margaritas. Me chiflan. Y si son silvestres más. Además hay tantas diferentes: esas pequeñitas que encogen cada noche los petalitos finos, las medianas que tienen las hojitas como peludas y las más trotonas, que son más altas, hacen mata ¡y llegan a medio metro de altas! Todas me gustan. Y me gusta recoger unas cuantas (cuando hay muchas) y traerlas a casa para ponerlas en un jarrón con agua.




Pero esta primavera estoy descubriendo una variedad de flores diferentes por los alrededores de casa que me tiene encantada. Últimamente siempre que salgo a dar una vuelta, descubro alguna flor nueva. La última adquisición han sido unas flores violetas casi azules ¡que me han robado el corazón totalmente!
No he pudido evitar recoger un ramito y disfrutarlo en casa. Y algunos de los capullos que hay en la foto ¡ya se están abriendo!
¡Me hace muy feliz!